Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2015

Un hombre de Dios

Imagen
Hola a todos/as: Desde la última vez que escribí alguna cosa por aquí han pasado muchas cosas, pero por encima de todo destaco la asamblea parroquial y el viaje a São Felix do Araguaia, para visitar a Pedro Casaldáliga, el obispo español que vive allí desde 1968 y que, en consecuencia de sus actitudes, siempre fue perseguido por los poderosos. Reconozco que el viaje fue una paliza, pues supuso ir hasta Salvador, después avión hasta Brasilia y 24 horas de autobús hasta llegar allí. No dudo en reconocer cómo ha valido la pena, pues conocer gente así nos ayuda a entender que vale la pena luchar por aquello en lo que creemos, aunque eso ponga nuestra vida en riesgo. Al final, c reemos en alguien que, en consecuencia de sus actitudes, murió crucificado. La historia de Pedro es la de una tierra y una gente, la de la lucha por una vida mejor para aquellos que la sociedad siempre ha querido colocar al margen, aprovechándose de ellos sin ningún rubor. En su caso los indios, los p

Las vacas sagradas son de carne y hueso

Imagen
Hola a todos/as: Cuando uno se encuentra con gente por la que siempre ha sentido cierta admiración y respeto descubre que son de carne y hueso y que la grandeza de la gente se hace mayor cuando uno ve que son gente simple y se relacionan con los otros de tú a tú. La semana pasada participé del II Congreso Continental de Teología en Belo Horizonte, en el que estaban presentes muchos de los grandes nombres de la Teología Latinoamericana de las últimas décadas, como Gustavo Gutiérrez, Leonardo Boff, Victor Codina, Pedro Trigo, Carlos Mesters, Juan Hernández Pico y muchos otros. Puedo decir que fue momento para aprender y para poder contar lo que allí estaba sucediendo en Religión Digital y hacer entrevistas que serán publicadas en las próximas semanas, lo que, a pesar del cansancio, resultó muy fructífero. Fue momento para encontrar misioneros españoles que han dado su vida en estas tierras latinoamericanas y sentir el cariño de quien me acogió en su casa, después de varios años