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Hola a todos/as: Una vez más escribo alguna cosa sobre mis andanzas por estas tierras. Sorprendentemente esta semana la he pasado entre Itaetê y Andaraí, no ha habido viajes. El martes celebramos misas en Andaraí, a mi me tocó en la Escuela Familia Agrícola, la primera del año. A veces uno se pregunta como ayudar a los jóvenes en su camino vital y no siempre encuentra la respuesta. El miércoles por la mañana fue momento para visitar enfermos y por la tarde una misa en la zona rural y después nos vinimos para Itaetê. El jueves participamos de la Conferencia Municipal de Medio Ambiente, lo cual ya es un paso, aunque no siempre se consigan alcanzar las propuestas que salen de estas conferencias. En el caso del Medio Ambiente debe ser una preocupación grande, pues por estas tierras, donde el cuidado del medio ambiente es una cuestión de sobre vivencia, este es un aspecto muy descuidado por todos, empezando por los que mandan. Por la noche misa en una comunidad. El viernes día de cuentas y

Hola a todos/as: La semana que ha pasado ha sido de movimiento constante, de hecho desde el domingo pasado no he dormido dos días seguidos en la misma cama, lo cual hace que muchas veces uno se despierte y necesite preguntarse dónde está, pero bueno, esto es parte de la vida. Ha sido una semana de muchas y diversas reuniones. El lunes pasado ya os conte que tuvimos reunión de la coordinación diocesana de pastoral y del equipo del seminário. El martes fue día de consejo pastoral diocesano, para intentar ver como podemos conseguir sustentar nuestras comunidades, parroquias y diócesis con recursos propios, sin duda un gran desafio, pues estamos todavía muy lejos de conseguirlo. Al llegar por la noche a Andaraí tuvimos el primer encuentro de formación bíblica de este año con las comunidades de Andaraí, estuvimos estudiando el libro de la Sabiduria para ver si aprendemos a hacer las cosas de acuerdo con la sabiduria de Dios. El miércoles fue dia de cuentas y por la noche misa, para después

Hola a todos/as: Hoy estoy escribiendo desde Ruy Barbosa. Por la mañana tuvimos reunión de la Coordinación Diocesana de Pastoral y por la tarde del equipo de formadores del seminario. Dormiré aquí pues mañana es el Consejo Pastoral Diocesano. La llegada del nuevo seminarista, Carlos, ha provocado la necesidad de adaptarnos a una nueva realidad, cambio de habitación, alguién más para compartir la casa, un nuevo transporte para desplazarse de un sitio para otro..., pero por encima de todo está el hecho de que alguien da un paso más en su itinerario formativo y se prepara para poder discernir si realmente quiere asumir el sacerdocio como opción de vida. La diócesis me pide que le acompañe en este momento y para mi es motivo de alegría, pues eso supone ayudar a alguien que va a formar parte de la vida de esta iglesia de Ruy Barbosa por mucho años, si Dios quiere. Carlos llegó el miércoles y poco a poco va conociendo la realidad, aterrizando. Él irá incorporándose en la medida de lo posible

Hola a todos/as: Puedo decir que esta semana que ha pasado ha sido una gran semana. Fue tiempo de parada, de reflexión, de ver lo que Dios quiere de mi vida y de aceptar eso que Dios me pide, pues al final convertirse es eso, dejar de lado lo que nosotros queremos para aceptar en nuestra vida lo que Dios quiere, lo cual no es siempre fácil, pues a veces uno quiere una cosa y Dios nos pide otra. Los ejercicios espirituales nos ayudan a eso, a reafirmar nuestras elecciones, aquello que un día nos llevó a vivir lo que vivimos y ser lo que somos. A ello nos ayudó Sergio, sacerdote diocesano de la espiritualidad del Prado, que nos fue conduciendo durante estos días para rezar, a partir de nuestra vida, sobre la Iglesia y en particular de nuestra diócesis de Ruy Barbosa. Durante el retiro surgió una novedad importante. De nuevo, un seminarista va a venir a acabar su formación con nosotros, Erivaldo, las comunidades y yo. Su nombre es Carlos. Nos apretaremos un poco en casa, siempre hay lugar