Uno de los nuestros, obispo
Hola a todos/as: Hay noticias que nos alegran y nos llenan de esperanza, que nos hacen entender que nada es para siempre, que todo pasa y todo llega y que la historia se va escribiendo cada día y ésta puede cambiar de un momento para otro. Mi estancia en Brasil me ha ayudado a tener una visión diferente del episcopado, como gente de carne y hueso, con quien te puedes sentar a hablar de tú a tú, reírte o ver como viven sin mucha parafernalia. Recuerdo que la primera vez que Don André, el obispo de Ruy Barbosa, durmió en mi casa, me pidió una “mesita de noche” y, como no tenía otra cosa, le puse una caja de cartón. Y todavía me lo agrdeció... En España, aunque sea algo que forma parte del subconsciente profundo, que casi nunca estamos dispuestos a reconocer, nuestra visión de los obispos, inclusive entre el clero, es diferente. Por eso, el nombramiento de José Cobo como obispo auxiliar de Madrid, junto con Santos Montoya y Jesús Vidal, que por otro lado era un rumor que ya