Hacerse presente en las periferias
Hola a todos/as: Continúo en las tierras del Río Negro, conociendo las diferentes realidades para poder encontrar caminos o ríos misioneros que puedan llevarme a ser presencia de Dios en estos lugares lejanos, donde la gente quiere caminar con Él, ese Dios que se hace visible en una naturaleza exuberante, que todavía se preserva casi virgen. Esta semana experimenté eso subiendo por los ríos Negro y Uapés hasta la parroquia de Taracuá. Fueron cinco horas de viaje en una lancha a motor para recorrer los aproximadamente 300 km que la separan de la sede de la diócesis. Agua y selva, con esporádicas apariciones de pequeñas comunidades indígenas en las orillas. Al llegar allí me encontré una comunidad indígena, donde viven unas 350 personas, en un lugar paradisíaco, donde fui recibido de brazos abiertos y donde comprobé el grado de compromiso de la gente, en una parroquia que ahora está sin cura, pues en la diócesis no hay suficientes para atender todas las necesidades. Más del