Nuestro testimonio de vida es determinante

Hola a todos/as:

El tiempo de cuaresma va avanzando y con él se intensifica la llamada que Dios nos hace a entrar en el camino de la conversión y asumir nuestros compromisos como discípulos misioneros que somos, o deberíamos ser... Mostrar la propuesta de Jesucristo en la sociedad en que vivimos es un desafío que no siempre estamos dispuestos a asumir, lo que muestra que esa Iglesia en salida de la que tanto nos habla el Papa Francisco es una cosa que todavía está muy lejos de nuestra forma de entender el cristianismo.

Hoy por la mañana participaba de un programa de radio en el que era entrevistado. En principio, el tema era la Campaña de la Fraternidad, que este año nos lleva a reflexionar sobre la relación entre la Iglesia y la Sociedad, y a partir de ahí reflexionaba sobre la necesidad de aprovechar los espacios que la sociedad nos da para testimoniar aquello en lo que creemos. Más de una hora hablando para una audiencia grande, pues el programa es escuchado en una amplia región del interior del estado de Bahia, gente que en muchos casos no participa habitualmente de la vida de la comunidad, pues el programa no tiene un carácter religioso...

De nuestro testimonio, que no se reduce sólo a palabras bonitas, depende que la gente pueda sentirse interesada por el conocimiento de Dios y su propuesta vital. Es en la vida del día a día donde debemos manifestar aquello que fundamenta nuestra vida y nos lleva a vivir de la forma que lo hacemos.

Caminar en comunidad, vivir nuestra fe junto con nuestros hermanos y hermanas, tiene que ser un instrumento que nos lleve a ser verdaderos testigos entre aquellos que la vida pone en nuestro camino. De lo contrario, nuestra fe se vuelve una cosa externa, que no transforma nuestra conciencia, nuestra vida.

El martes teníamos la primera reunión del forum de la ciudadanía y también reflexionábamos sobre esto. No podemos dejar de involucrarnos en la construcción de una sociedad mejor para todos. Es sobre esto que reflexionamos en este tiempo de cuaresma en las celebraciones, en los encuentros en las casas, en las diferentes actividades que son realizadas por las comunidades.

En nuestro ir y venir por estos mundo de Dios somos llamados a eso. Que nadie tenga dudas que realizar esta misión nos acerca más a Dios y a aquellos que Él pone en nuestras vidas y nos hace ser más felices y vivir con más alegría, una alegría que, por venir de Dios, se vuelve contagiante. 

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