Tiempo de Pan y Circo

Hola a todos/as:

No entiendo como el tiempo pasa tan deprisa, los días, las semanas, los meses se van volando. En esta última, además de las cosas cotidianas, aproveché para darme una vuelta por Itaetê y Andarai y poder encontrarme con la gente con quien he compartido mi vida durante tantos años. No dio tiempo a ver a todo mundo, pero bueno, conseguí pasar en varias comunidades y vi a gente que me ha enseñado mucho en mi vida como cristiano, como cura y como misionero, gente que da la vida por las comunidades y son presencia de Dios de una forma simple entre aquellos con quienes conviven.

Estamos de fiesta, la alegría está presente en cada rincón de la ciudad. Eso es una buena cosa, pero todo en exceso es malo, sobre todo cuando gastar en fiesta hace que se dejen de hacer otras cosas que son más necesarias. No entiendo que haya cinco días de fiesta y después ir a celebrar misa en una comunidad y ver que la escuela está totalmente abandonada y que de hecho aquel lugar es impropio para encerrar animales... cuando en realidad se usa para que niños pequeños, menores de 10 años, estudien.

La corrupción es tanta y la falta de conciencia de la gente tan grande que uno no entiende nada. Es el famoso pan y circo, que adormece conciencias, en cuanto unos pocos se aprovechan de los que se contentan con pasarlo bien muy de vez en cuando. Ladrones profesionales que nunca van a ser encerrados donde realmente merecen, en la cárcel. No es una situación que esté presente sólo aquí, pero eso no me sirve como disculpa.

Pero también hay momentos de alegría. Hoy fui a celebrar misa a una comunidad de la zona rural y, una vez más, vi con alegría que la mayoría eran jóvenes. Son señales de esperanza. Ahora nos queda concienciar a esos jóvenes para que tengan la valentía suficiente de luchar por un mundo mejor para todos. Misión es eso...

Un abrazo.