Todo momento histórico nos lleva a pensar


Hola a todos/as:

La vida nos depara situaciones que por su singularidad se convierten en algo histórico y que nos llevan a pensar en los motivos y las consecuencias, pues todo tiene sus raices en el pasado y puede determinar el futuro.

Este último fin de semana participé de la primera ordenación de un sacerdote del pueblo baniwa, que en su mayoría viven en las cuencas de los ríos Içana y Ayari, una de las regiones más aisladas de la diócesis de São Gabriel da Cachoeira. Llegar a las comunidades más distantes supone varios días de viaje, en condiciones muy precarias, durmiendo muchas veces a la orilla del río, debajo de una lona.

En la diócesis ya hay otros sacerdotes indígenas, pero Geraldo Baniwa es el primero de la región donde se instalaron inicialmente las Iglesias evangélicas, con quienes quiere construir un camino ecuménico. En su ordenación y primera misa pude ver cosas muy interesantes, emocionantes, una excelente unión entre la espiritualidad cristiana e indígena, de mutuo respeto y enriquecimiento. Escuché palabras que me llenan de esperanza, salidas de la boca de alguien que escogió caminar y servir a su gente, a aquellos que hablan su misma lengua, que comparten su cultura, sus principios vitales y antropológicos.


Un sacerdote que quiere hacer realidad una Iglesia donde él sea uno más, que escucha más que manda, que quiere ayudar en la formación de los catequistas de las comunidades, buscando una autonomía siempre necesaria, especialmente en nuestra Amazonia, donde la presencia sacerdotal es tan esporádica. Geraldo es alguien que piensa como indígena y como sacerdote, que no ha olvidado de donde viene y que, después de aprender con los otros, quiere llevar todo eso de vuelta y compartirlo con su pueblo, pues ahora va a ser el párroco de las comunidades de lengua baniwa, algo más importante de lo que se puede pensar, pues para muchos es la única lengua que realmente entienden y saben lo que el otro está queriendo decir.

Es gente como él quienes más pueden ayudar a hacer realidad esos nuevos caminos para la Iglesia que el Sínodo de la Pan-Amazonia quiere construir. Junto con eso, el Sínodo también quiere llevarnos a reflexionar sobre la ecología integral, y en este Día Mundial del Agua quiero reflexionar a partir de la gran sequía que estamos sufriendo en el Alto Río Negro, un fenómeno histórico, que muchos nunca habían visto.

La Amazonia es un lugar de mucha agua, en sus ríos y nubes, que influyen decisivamente en las lluvias de buena parte de América Latina, y de su cuidado y preservación depende, en buena medida, el futuro de nuestra Casa Común. Grandes multinacionales, con el apoyo del gobierno brasileño, que se lleva su buena parte, están queriendo destruirla y ya estamos pagando las consecuencias. Si no cambiamos de rumbo el futuro va a ser cada vez peor y la vida de la gente, sobre todo de los más pobres, más difícil.

La misión fundamental del cristiano es defender la vida y en su tweet de hoy, el Papa Francisco nos dice que “defender la tierra

, defender el agua, es defender la vida”. Debemos estar atentos a los signos de los tiempos y reaccionar, buscar alternativas, nuevos caminos, como Iglesia, como sociedad, como personas. Creo que éstos son buenos ejemplos que nos pueden ayudar a pensar y actuar de otro modo.


Por cierto, la poca agua en el Río Negro hace que sea difícil subir para Cucui, para casa... Aquí uno aprende a ver las cosas de otra forma, a entender la vida de otro modo, a saber que casi nada depende de nosotros...

Un abrazo.


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