No nos dejes caer en la tentación

Hola a todos/as:

Después diez días sin escribir ya hay gente que echa de menos las noticias brasileñas. No ha sido por falta de ganas, sino de tiempo y a pesar del cansancio y de la tentación que me lleva a querer tumbarme un poco en el sofá voy a escribir, porque si no lo hago ahora, pasarían varios días sin hacerlo.

Estamos iniciando la Cuaresma, que aquí va acompañada de la Campaña de la Fraternidad, que he visto ha sido noticia en varios lugares y que hasta el Papa ha hecho referencia en la audiencia del miércoles de ceniza. La verdad es que el tema es importante y afecta a todos los que tienen conciencia, independientemente de sus creencias religiosas. El cuidado del planeta es tarea común de todos, pues en la medida en que cuidamos estamos preservando la vida. Situaciones como la de Japón nos llevan a pensar en las consecuencias de los desastres naturales, en este caso inevitable, pero que en otros muchos podrían ser evitadas en la medida en que cuidásemos de lo que es de todos y no propiedad exclusiva de nadie. A ver si nos vamos convirtiendo y no caemos en la tentación de querer dominar el mundo a nuestro antojo.
La Cuaresma vino después del Carnaval, tan intrínseco a los brasileños. Dónde yo vivo no hay mucha fiesta en torno al carnaval, pero no podemos ignorar que es fiesta laboral lunes, martes y miércoles hasta medio día. En estos días aumenta el número de turistas. Yo aproveché el lunes para conocer unas cascadas nuevas, andar, cansarme, darme unos buenos baños y disfrutar de este regalo divino que es la Chapada Diamantina, realmente sorprendente y con rincones maravillosos y en algunos casos casi inexplorados, gracias a Dios, porque es la única forma de que sigan conservados, ya que el cuidado del medio ambiente no causa mucho furor por estas tierras. Los otros días fueron para hacer el trabajo del día a día, de comunidad en comunidad, que al final es el motivo principal por el que uno está aquí, ayudar a que estas comunidades puedan crecer cada día un poco más. Ayer tuve reunión de animadores en Itaetê, con una buena presencia, no se si por ganas de trabajar o por miedo, pues este año les he amenazado que aquellos que no participan de las reuniones yo no iré a las comunidades. Vamos a ver si da resultado.
El viernes tuvimos reunión en Andaraí los curas y secretarias parroquiales de varias parroquias de esta parte de la diócesis con el ecónomo diocesano y el obispo para ver como organizar mejor la maltrecha economía. Este día llovió bastante en Andaraí (la prueba es la la foto que acompaña). En dos horas se llenó el rio que pasa al lado de la casa parroquial (los que lo conocéis sabéis que casi siempre pasa con muy poca agua), y por la tarde estaba casi seco de nuevo. Aquí la lluvia es un poco estraña, pues llueve con mucha fuerza en un lugar y un kilómetro después no ha caido una gota. Debe ser el cambio climático que hace esas cosas, porque por lo que cuentan, antiguamente no era así.
Mañana llega el seminarista para iniciar la etapa pastoral. Tengo reunión en la diócesis con los religiosos/as que llegaron nuevos en los últimos meses para presentarles el trabajo pastoral de la diócesis y desde allí se vendrá conmigo. En principio, en mayo será ordenado diácono y a final de año cura. Espero que mutuamente nos podamos ayudar y crecer juntos, tanto nosotros como las comunidades que nos son confiadas por la diócesis. Ya os contaré como nos va.
Un abrazo.

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