Se acabó el ir a medio gas

Hola de nuevo:

Os escribo sudando, pues el calor es insoportable y aprovecho para contaros mis andanzas desde mi último escrito del viernes pasado.
El sábado pasado tuvimos la asamblea diocesana de las comunidades eclesiales de base. Este año, una de las propuestas de acción de la diócesis es el Encuentro Diocesano de las Comunidades Eclesiales de Base del 22 al 25 de septiembre. Para preparar este encuentro estamos elaborando un material que ayude a que las comunidades puedan reflexionar sobre los temas que seran tratados en el encuentro: Ser comunidad, Politicas Públicas, Grandes Proyectos (Mineradoras y Agronegocio), Relaciones de Género y Los Jóvenes en las Comunidades. Además de estos encuentros hemos preparado otros para hacer más accesible a la gente el mensaje que los obispos brasileños escribieron el año pasado a las Comunidades Eclesiales de Base (los obispos no son fácilmente entendibles). Lo importante es crear espíritu de comunidad y que la gente crea en la importancia de la comunidad en la vida del cristiano. A la vuelta tuve misa en Andaraí y una celebración más del cumpleaños del cura (a los de Andaraí les gusta tanto la fiesta que cualquier motivo es bueno).
El domingo fue día de misas en las comunidades de Itaetê y el lunes, después de mucho tiempo, pude volver a la reunión de los concejales. Aproveché para presentar la Campaña de la Fraternidad, que habla sobre la preseración del medio ambiente y reclamar delante de la falta de cuidado de la naturaleza en nuestra región (hay que ir calentando motores).
Martes y miércoles tuvimos reuniones en los cuatro núcleos de Andaraí. Participaron la mayoría de las comunidades (19 de 25) y trabajamos sobre la Campaña de la Fraternidad. Una de las monjas, que estaba en São Paulo ha vuelto esta semana y la cosa ya ha empezado en serio. Se acabó el ir a medio gas de enero y febrero.
Hoy he vuelto para Itaetê y de camino celebré una misa en una comunidad. Sorprendentemente están empezando a arreglar la carretera. Ha surtido efecto la protesta. Esperemos que no sea la última cosa que reclaman y se den cuenta de que quien la persigue, la consigue. Van aprendiendo alguna cosa y sobre todo que el tiempo de la esclavitud ya se pasó y ellos no le deben nada a ningún político, por muchos que hayan votado en él. Más bien, al contrario. Es una señal de esperanza.
Un abrazo.

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