Cambiar poco a poco, pero dando pasos firmes


Hola a todos/as:


Estamos de novena, preparándonos para la fiesta de Pentecostes, del Divino Espíritu Santo, que, sin ser el patrono de Andaraí, siempre fue una fiesta de gran tradición, para mucha gente por motivos más folclóricos que religiosos, pues en torno de ella se mueven muchos intereses, que no siempre responden a lo que debería ser una fiesta religiosa. Empezó el viernes, con la participación de las comunidades de Itaetê (vinieron dos autobuses llenos de gente, con Erivaldo a la cabeza como buen pastor que acompaña a sus ovejas), con una celebración verdaderamente alegre y festiva.

Pero no sólo se vive de fiesta. La semana pasada, como toda última semana de cada mes, tuvimos las reuniones con las comunidades. Continuamos con la formación para Ministros de la Palabra y de la Eucaristía, elemento fundamental para la vida de las comunidades, pues son ellos, casi siempre ellas, quienes hacen posible que las comunidades continúen celebrando cada semana la vida a la luz de la fe. 

No es fácil cambiar tradiciones seculares, fuertemente incrustadas en la cabeza de la gente. Las tradiciones cuentan mucho más que aquello que Dios nos comunica a través de las personas. Y es que Dios nos habla a través de cada persona, aunque a veces nuestros prejuicios nos impiden descubrir ese mensaje divino. El sábado tenía tres misas en la zona rural y en la ciudad era la segunda noche de la novena. Estaba previsto que fuese Celebración de la Palabra, como así fue. La última misa en la zona rural fue suspendida, de lo cual supe ese mismo día por la tarde, y yo fui a participar de la celebración, que no a presidir, pues los ministros ya la habían preparado. Hubo gente que se quejó de eso (no es la primera vez) y con esa actitud no disfrutó como debía de una celebración fantástica, bien preparada e conducida, con una homilía brillante... en la que el espíritu de Dios se hizo presente. Para algunos es mejor que el cura llegue en el último momento y, sin preparar nada, presida una celebración que ya había sido preparada por los ministros laicos... ¿Cuándo llegaremos a entender el mensaje de Jesús de Nazaret?

Gracias a Dios las cosas están cambiando, aunque sea poco a poco. Los mensajes del Papa Francisco son claros, el último documento de los obispos brasileños también. Nos hace falta ser valientes para provocar los cambios en nuestras comunidades, allí donde vivimos la fe cada día. De mi parte no faltan esfuerzos para que así sea, aunque eso provoque, algunas veces, críticas e incomprensiones.

Un abrazo.

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