Una Tragedia Nacional

Hola a todos/as:

La crónica de esta semana sólo puede empezar por lo que pasó ayer, convirtiendo el 8 de julio en un día que siempre será recordado en la historia de este país. Las consecuencias de esta derrota van a superar la dimensión futbolística y sin duda afectaran a la vida socio-política brasileña. Se habla de vergüenza, de tragedia y de no se cuantas cosas, pero la gente olvida que las tragedias son otras y los motivos para sentir vergüenza van más allá de ganar o perder un partido de fútbol, independientemente del resultado. Todo será aumentado o apaciguado dependiendo de lo que hagan aquellos que los brasileños llaman "los hermanos" argentinos, con los que les une una rivalidad histórica. Si las huestes de Messi ganan hoy a Holanda, la cosa se va a calentar y si ganan la final contra los alemanes puede desencadenar una tragedia nacional todavía mayor.

Pero bueno, otros ya pasamos por esas cosas y el mundo no se acabó, aunque tuve que aguantar las bromas, que ahora otros soporta con mejor o peor humor... 

Al final, la vida es mucho más y en esta semana ha habido muchas más cosas. El jueves celebré en las comunidades de la zona rural de Andarai y durante el fin de semana fui a participar de la Romería de la Tierra y las Aguas al Bom Jesus da Lapa, uno de los centros de peregrinación más famosos de Brasil. Desde hace 37 años, ininterrumpidamente se celebra este encuentro, que surgió de gente de las comunidades de Itaetê y Andaraí que yo acompaño o he acompañado en estos años, para agradecer al Bom Jesus por haber recuperado sus tierras.

Eramos más de seis mil personas, la mayoría gente del campo, que ven pisoteados sus derechos. Era la primera vez que participaba y volví gratamente sorprendido. Yo fui a asesorar el grupo de fe y política para reflexionar sobre el tema "Justicia y Profecía al Servicio de la Vida", del que participaron unas 500 personas y en el que aparecieron señales que muestran la voluntad de la gente de luchar por un mundo más justo.

A la vuelta, vine directamente para Piritiba donde pasaré esta semana, acompañando a las comunidades, celebrando e intentando ayudar a cada persona a descubrir la presencia de Dios en su vida y entre aquellos que nos rodean.

Un abrazo 

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