Reencontrarse siempre alegra

Foto de Pinheiro FtoVídeo.Hola a todos/as:

Han pasado más de dos semanas desde la última vez que escribí algo por aquí. Echando la vista atrás no encuentro muchas cosas para contar, lo cual tiene su lado bueno y malo, pero uno siempre tiene que quedarse con lo positivo e intentar descubrir en lo cotidiano esa presencia de Dios que siempre está ahí, aunque no haga nada que consideremos extraordinario.

La vida de las comunidades nos va enseñando a descubrir las cosas en la simplicidad del día a día, en esas personas anónimas que entregan su vida para que los otros tengan más vida, siguiendo así el ejemplo de Jesús. Durante el mes de agosto, en el que se celebraba el mes vocacional, siempre he valorado la semana en que se recuerda a los ministros laicos que asumen los diferentes servicios en las comunidades. Ese final de semana celebrábamos en una comunidad donde uno de los que están al frente casi no ve, lo que no impide que continúe asumiendo las cosas, inclusive leyendo las moniciones con una especie de lupa, lo que demuestra su capacidad de superarse y servir.

El último fin de semana tuve la suerte de estar libre de actividades para participar de un festival en Igatú, una de las comunidades de Andarai, donde estuve durante seis años. Fue un buen momento para encontrarme con mucha gente con la que he conviví durante ese tiempo y que de otra forma es difícil de ver, o por lo menos de hacerlo a todos juntos. Además hacerlo en un lugar en el que uno parece trasladarse en el tiempo es todavía mejor.

Por lo demás las cosas continúan caminando normalmente, esperando para ver lo que depara el futuro...

Un abrazo. 

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