Ya llegué a 9... el tiempo pasa.

Hola a todos/as:

Las cosas cambian cuando nos implicamos y no tenemos miedo de decir lo que pensamos, estemos donde estemos, sea quien sea el que nos escucha. Pero para ser escuchado debemos encontrar el método adecuado, que nos dé la posibilidad de poder interpelar al otro sin que se sienta herido, pero sí cuestionado. El Papa Francisco nos está dando lecciones de eso en estos días, poniendo de manifiesto su condición de profeta en foros diferentes y complicados. 

Este siempre es un desafío, especialmente cuando uno no está entre los suyos. Pero al mismo tiempo, debemos saber entrar en la dinámica de los lugares y personas que poco a poco vamos conociendo. Este es un proceso largo, que tiene sus altibajos, pero en el que vamos avanzando cada día. 

Mañana, 26 de septiembre, hace 9 años que llegué en tierras brasileñas. Recuerdo la llegada como si fuese hoy, los miedos iniciales, las dificultades para adaptarme a una nueva realidad. Pero puedo decir que en este tiempo y con la gente que me he ido encontrando a lo largo de estos años he ido descubriendo y aprendiendo muchas cosas, que me han enriquecido como persona, como cristiano, como sacerdote. Lo he descubierto en la gente sencilla, con la que he compartido tantos momentos de alegría y de tristeza, por quien me he sentido acompañado. Pienso en gente concreta, que transborda Dios, no con palabras y sí con su forma de vivir, de amar, de dar la vida por los otros, por un mundo mejor para todos.

Cada día estoy más convencido que a Dios no se le estudia, se le vive y quien mejor le vive es quien menos le ha estudiado. Querer encerrarle en conocimientos teóricos no nos lleva muy lejos y nos separa de aquellos en quienes Él se hace presente de forma preferente, los pequeños y pobres. 

Por lo demás, los días que transcurrieron desde la última entrada fueron de celebraciones y formación en las comunidades y de cabrearme ante los despropósitos de un alcalde sin vergüenza que no se preocupa con el sufrimiento de los más pobres. Hasta ahora no había reaccionado, pero mi problema es que cuando se me calientan los cascos... Vamos a ver lo que viene por la frente. Ya os lo iré contando.

Un abrazo.



Comentarios

  1. Meu amigo, parabéns por sua coragem e audácia que vem somente de Deus e de seu amor pelos pobres que são os seus prediletos. Conte sempre com minhas orações. Te admiro muito, sabes disso. Abraços.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Cuando una lata de mejillones a uno le parece un manjar

Gente que nos hace soñar con un mundo mejor

De la Ceca a la Meca