Gente que da todo y nos llena de alegría

A imagem pode conter: 4 pessoas, pessoas em pé e atividades ao ar livreHola a todos/as:

La misión me ha ayudado a descubrir amistades verdaderas, personas que me hacen sentirme en casa cuando estoy con ellas, que tienen muestras de generosidad para las que no encuentro motivos ni respuestas. Gente que te ofrece lo que tiene, que se alegra cuando te encuentra y con quien uno recuerda momentos que traen de vuelta sentimientos de profunda alegría.

La Chapada Diamantina es un lugar mágico, donde viví más de ocho años y donde volver me hace disfrutar de sus paisajes deslumbrantes, pero sobre todo de sus gentes. No sé si en el tiempo que pasé en aquellas tierras sembré lo suficiente, pero es cierto que en estos días he recogido muchos frutos, cosas sencillas, pero que en su simplicidad encierran grandes sentimientos de cariño.

Reconozco que me emociona todavía más cuando quien me expresa la alegría de encontrarnos es gente que no va a la Iglesia y que no se acerca a mí desde aquello que represento y sí por ser quien soy y como soy, con mis virtudes y defectos. A veces hay gente que vive de cara a la galería y que se empeña en guardar las apariencias o en hacer lo que todo mundo espera. Esa gente políticamente correcta nunca han sido santos de mi devoción.

También me he encontrado con gente que no ha recibido el trato que merece y eso me lleva a pensar en cómo nos relacionamos con las personas que forman parte de nuestra vida, todavía más cuando somos llamados a ser instrumentos de Dios en la vida de la gente. No es de recibo la forma como las personas son tratadas en algunas ocasiones en ambientes eclesiales, gente que se ha donado por completo y que hoy son vistas y tratadas de la forma que no merecen.

También ha sido momento para recordar la alegría con la que la gente de Bahía celebra, su sentimiento vital de fiesta. Los indígenas del Río Negro son muchos más parados, formales, en cuanto los baianos viven la celebración como momento en que expresar una alegría que nace de dentro y brota espontáneamente.

Estos días han sido un buen momento para, como dicen los brasileños, matar la “saudade”. Ahora el trabajo continúa con la Ampliada Nacional de las Comunidades de Base y dos seminarios para reflexionar sobre la comunicación dentro de la Iglesia y la evangelización dentro del ámbito urbano.


Un abrazo

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