Todo seguirá caminando,veremos para dónde

Hola a todos/as:

Poco a poco las cosas van volviendo a la normalidad, aunque hasta que no pasa el Carnaval, todavía hay un poco de ambiente de vacaciones. El viernes celebré en una comunidad de la zona rural. El sábado por la mañana fui a Itaetê para despedirme de los animadores de las comunidades, pues era la asamblea parroquial y era una buena ocasión para ver a todo mundo o a la mayoría. Volví contento porque estaban presentes todas las comunidades menos dos y porque las cosas fueron con normalidad. Soy consciente de que todo debe continuar y haré todo lo posible para no interferir y que así sea. En algún momento deberé hacerme presente cuando Erivaldo no pueda, pero tengo claro que ahora las cosas serán de una forma diferente, el tiempo dirá si mejor o peor. Sentí el cariño de mucha gente, especialmente de la gente de la zona rural, que sin duda siempre fueron mis preferidos y que provocó celos en la gente de la ciudad, pues perdieron privilegios que antiguamente tenían y que son los que más se alegran con mi salida, pues esperan que las cosas puedan cambiar, aunque no creo que en ese sentido cambien mucho. La mujer que aparece en la foto conmigo es un claro ejemplo de las cosas que conseguí hacer en la zona rural y ver hoy a esta mujer, analfabeta y ex-alcohólica, siendo animadora de su comunidad, participando de las misiones diocesanas y parroquiales y de tantas otras cosas me hace ver que sólo por eso el tiempo que pasé en Itaetê valió la pena.

Por la tarde seguí con mi trabajo en las comunidades de Andarai, celebrando misas. Por la noche fui a casa del matrimonio italiano misionero en la parroquia para celebrar juntos el cumpleaños de Giáccomo. El domingo fue día de celebraciones también. Me gustaron varias cosas. En la misa de la mañana me gustó el hecho de que la comunidad quiera hacer una capilla y estén dispuestos a ser ellos quienes la hagan mediante trabajo voluntario y con los medios que ellos tienen. Ya les he dicho que serán ayudados en lo que necesiten, pero me gusta la disposición y que quieran hacerla con aquello que tienen. No quieren lujo, sólo un lugar donde poder encontrarse y celebrar la fe. Por la noche me gustó que la comunidad preparase una fiesta sorpresa por el cumpleaños de Giaccomo, pues es una comunidad con pocos recursos.

El lunes fui a Ruy Barbosa, era la primera reunión del año de la Coordinación Diocesana de Pastoral e hice oficial mi renuncia a la coordinación, pues ese era uno de los motivos principales por los cuáles mi salud está  siendo perjudicada, a causa del estres acumulado durante mucho tiempo, dado que ante determinadas situaciones la falta de postura de quien debe tomar las decisiones hace que uno se sienta vendido. Realmente creo que es una misión importante esta de coordinar la pastoral diocesana, pero en la práctica resulta casi imposible en un ambiente donde la mayoría quieren construir su chiringuito y no hay nadie que, con capacidad para ello, se lo derribe. Además de todo eso, cuando el médico te dice que estás llegando al límite de tus posibilidades y eso se nota en el estado físico del día a día... es mejor parar. Otro vendrá...

Ayer retomamos el curso bíblico, con una buena participación, varios jóvenes y adolescentes, que siempre es una señal de esperanza. Hoy, miércoles, fue día de pasar por el taller tanto yo como el coche, uno para ser clavado de agujas y colocar la columna en su sitio y el otro para cambiar el aceite. Poco a poco me voy sintiendo mejor y eso es importante. 

Además de todo eso en esta semana empece dos nuevos blogs, uno personal en portugués, Sonhando com o Reino, y otro de la parroquia, Novo tempo de união. Si alguien se anima y entiende un poco de portugés puede echar un vistazo. Tambiés estoy colocando cada día en facebook la cita del evangelio del día con un pequeñísimo comentario e intentando sacar adelante el grupo virtual de jóvenes. De momento los más jóvenes son los que más están gustando. Quién sabe si así puede interesarse un poco más por las cosas de Dios.

Un abrazo