La alegría del resucitado

Hola a todos/as:
Os dejaba la semana pasada a la espera de la Resurrección. Hoy puedo decir que el Señor Resucitó y esta vivo entre nosotros y que su testimonio de vida nos llevar a ver las cosas desde un prisma diferente. Celebrar a Pascua es un momento único en nuestra vida de fe, que nos lleva a sentir a nuestro lado la presencia de ese Dios que forma parte de nuestra vida desde siempre y quiere acompañarnos para siempre. Reflexionar sobre ese Dios que es Luz que ilumina nuestra vida, sobre la historia de la Salvación que muestra la continua misericordia de Dios para la humanidad, sobre el valor, sentido y significado de nuestro bautismo que nos hace discípulos de Aquel que dio la vida por la humanidad y nos lleva a ser testigos de todo eso, sobre cómo la eucaristía se torna alimento en nuestro día a día.
Todo eso apareció la Vigilia Pascual, en las celebraciones del domingo con las comunidades y me ha acompañado en mi reflexión durante esta semana. Celebrar la Pascua con aquellos que ni siempre ven respetada la vida alimenta nuestra fe, nuestra confianza en ese Dios que nunca nos abandona, que nos muestra que la Vida está muy por encima de la muerte.
Seamos testigos de eso, sembremos Vida allí donde vivimos nuestro día a día. Comuniquemos alegría, energía positiva... Todo eso hará posible un mundo mejor para todos, hará posible la construcción del Reino.

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