15 años de misión sacerdotal

Hola a todos/as:
La semana pasada os decía que estaba a la espera de la visita. Ya llegó y en estos días estamos disfrutando de lo que nos rodea y de lo que hacemos. Ir para Salvador siempre es un poco cansado y si está lloviendo todavía más y si a esto se junta una fiesta que bloquea la carretera ni te cuento, pero al final todo salio bien. Dormimos en el seminario, en Feira de Santana y el viernes continuamos viaje para Andarai. Por la noche fuimos a celebrar a una comunidad de sin tierra y descansamos del camino. Sábado y domingo fueron días para celebrar en las comunidades, casi todas de las más distantes de la parroquia, incluido unos árboles caídos en el medio del camino cuando volvíamos el sábado por la noche. Es la mejor forma de ver y de mostrar para quien me visita como es la vida del día a día.
El lunes nos fuimos a conocer una cascada, aunque al final tuvimos que cambiar de planes porque no encontramos guía y tuvimos que ir a otra que no hacía falta llevar uno, donde nos dimos un baño en el agua que no estaba muy caliente que digamos. El martes fue día de reuniones, por la mañana y por la noche, con las comunidades de la zona rural y de la ciudad. Por la tarde fuimos a conocer una pequeña cascada que queda cerca de la ciudad. El miércoles fuimos a otra cascada que también está aquí cerca, esta ya de verdad, pues mide unos cien metros de altura y por la noche clase se español.
El jueves fue un día de gran alegría, cumplía 15 años de ordenación, y ya desde hace tiempo había dicho que quería celebrarlo y que fuese una fiesta de las comunidades. Me quedo con un comentario que han hecho sobre la fiesta y que pienso que muestra realmente lo que fue: "Padre Luis, su fiesta fue, realmente muy bonita. El aniversario fue suyo, pero quien recibió el regalo fuimos nosotros, comunidades". La verdad es que era lo que se expresaba en el ambiente, la gente estaba feliz. Vino gente de muchas comunidades, también de la zona rural, algunos de bastante lejos, un autobús de Itaetê, cuatro de los padres de la diócesis que se han ordenado en los últimos años, un padre italiano y otro que vino a comer y no pudo quedarse a la misa, además de Antonio Pintado, que vino desde Feira, más de 300 km, donde es el rector de nuestro seminario, y el obispo Don André. La gente preparo una misa muy bonita, animada, realmente de fiesta y comida en abundancia para que todo mundo quedase satisfecho. Una vez más las comunidades me demostraron que en la misión uno recibe el ciento por uno, que la gente da lo que no tiene, que la generosidad es un principio básico entre aquellos que se dicen discípulos de Jesucristo. No se cómo agradecer lo que hicieron por mi en este día.
Ayer viernes vino el gobernador del estado y había sido invitado por el ayuntamiento para estar presente en el acto de inauguración de una obras que llevan agua a varias comunidades de la zona rural. A pesar del cansancio del día anterior participé del acto. Por la noche tuve misa en una comunidad de la zona rural.
Un abrazo.

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