Disfrutando de la compañía

Hola a todos/as:
Es bueno tener visita, sobretodo cuando es alguien con quien te puedes reír, recordar viejas historias... Esta semana ha habido tiempo para todo, celebrar en las comunidades, reuniones, visitar los encantos naturales de la región... El fin de semana fue para celebrar en las comunidades, cosa habitual. En ellas experimento la capacidad para acoger que esta gente tiene, no sólo a mi, sino a los que me acompañan, de una forma simple, pero de corazón. El domingo por la noche celebré en una comunidad de la ciudad, en el barrio más pobre y vi una vez más como el trabajo da frutos. Gracias al trabajo de algunas personas, entre ellos el matrimonio italiano que vive está aquí como misioneros, se ha conseguido que los adolescentes y los jóvenes participen mucho más de la vida de la comunidad, no sólo en número, también envolviéndose a la hora de hacer cosas.
El lunes nos fuimos junto con Erivaldo a ver la cascada más alta de Brasil, la Cachoeira da Fumaça con 380 metros de altura. Para ellos era la primera vez y se quedaron impresionados con el espectáculo. Dormimos por aquella región y el martes aproveché para ir a los médicos, que es por allí cerca. Lo bueno es que me dijeron que estoy mejor y ahora sólo tendré que ir una vez por mes. A la vuelta vimos alguna cosa más y por la noche tuve reunión del foro de la ciudadanía. No es fácil involucrar a la gente en estos temas ciudadanos, incentivar los posibles cambios a partir de la participación popular. El miércoles visitamos un río con cascadas cerca de la ciudad y por la noche continué con las clases de español. El jueves nos fuimos a conocer Itaetê, la ciudad donde vivía antes y en el camino el Pozo Encantado, una gruta con un lago dentro que es uno de los principales atractivos de la región. Ayer viernes, misa en una comunidad de la zona rural y por la noche comenzamos la novena de la fiesta del Divino Espíritu Santo, que se celebra el día de Pentecostes. Dentro de poco nos iremos nuevamente a celebrar a una comunidad de la zona rural.
En las cosas simples del día a día es donde debemos manifestar nuestra alegría de ser lo que somos, de vivir como vivimos. No podemos vivir como los pimientos en vinagre, que nos decía en estos días el Papa Francisco. Seamos testigos siempre, demos a conocer lo que llevamos dentro.

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