Un mundo más justo y en paz

Hola a todos/as:
Cada semana es diferente, con nuevas situaciones para ser enfrentadas, pero en cada cosa uno debe descubrir la presencia de ese Dios que nos invita a caminar con Él y a partir de ahí intentar construir un mundo más justo y en paz. En esta semana ha habido varias situaciones que me han llevado a pensar sobre eso. 
De viernes a domingo estuve en Salvador, en un barrio, algunos dirían una favela, para participar de una reunión del regional de las comunidades eclesiales de base. Eramos unas 70 personas de 19 diócesis diferentes. Estamos preparando el Intereclesial, que será en enero, con la participación de unas 3000 personas de mas de 200 diócesis brasileñas y otros invitados de varios países, sobre todo latinoamericanos. Además de eso reflexionamos sobre lo que hoy se vive en la sociedad y en la Iglesia. A partir del Concilio Vaticano II fuimos llamados a unir fe y vida y en ese sentido ese es uno de los motores de esta forma de vivir el mensaje de Jesucristo. La lucha por la justicia, de la que tanto habla el Papa Francisco, es un desafío para todos, pero especialmente para las comunidades de base. En este sentido, últimamente se habla de un nuevo auge de la Teología de la Liberación, a la que las comunidades de base siempre estuvieron ligadas, aunque hay quien dice que afirmar este resurgir de la Teología de Liberación no está presente en la mente de Francisco... Cada uno que diga o escriba lo que quiera, pero hay evidencias que nos llevan a descubrir las cosas por nosotros mismos. Lo importante es tomarse en serio la propuesta del evangelio y a partir de ahí llevarla para la vida del día a día, sin que quede encerrada entre cuatro paredes o en disputas teológicas que para la gente común no llevan a nada.
El lunes fue día de mudanza, pues después de mas de ocho meses viviendo en Andaraí traje las cosas que me faltaban por traer de Itaetê, bueno todavía quedó alguna cosa... Por la noche fui a la reunión de los concejales, donde se hizo presente el alcalde para responder a las reclamaciones hechas por una comisión de profesores y trabajadores de la educación. Es interesante establecer estos debates para intentar mejorar las cosas, sobre todo viendo que esta práctica no es muy común. Que la educación puede mejorar es un hecho, pero no puedo dejar de reconocer los avances que se están produciendo y el adelanto que existe con respecto a los municipios vecinos.
El martes fui a poner mi columna a tono, para poder seguir trabajando y estuve a la vuelta ordenando las cosas de la mudanza y el miércoles continué, aunque todavía falta. 
Ayer por la mañana participé, junto con la comisión pastoral de la tierra de la diócesis, de una reunión en una comunidad de la zona rural para informar a la gente sobre las consecuencias de la extracción de recursos minerales, una práctica muy común últimamente en Brasil, que está produciendo verdaderos estragos ambientales en todo el país y provocando el sufrimiento de mucha gente, especialmente de los más pobres, que ven invadidas sus tierras, destruidos sus recursos hídricos, por gente que llega, coge lo que le interesa y deja todo como si hubiese pasado el caballo de Atila. La gente muchas veces es engañada por estos sin vergüenzas, gente sin escrúpulos que se aprovecha de la falta de conocimientos de estas personas para enriquecerse. Todo esto con el apoyo del gobierno, que gana por los impuestos que estas empresas pagan. Por la noche participé del festival de Igatú, que es una villa del municipio de Andaraí, enclavada en medio de las montañas donde se respira un ambiente mágico. Durante tres días habrá diversas actividades con la presencia de corales, grupos de música popular brasileña, oficinas con la gente. Sin duda una excelente iniciativa, que es recuperada después de muchos años sin ser realizado. 
Me encantó la presentación de la coral de los niños de una escuela de la zona rural de Andaraí. La gente de la zona rural generalmente es infravalorada y que ellos muestren que hacen cosas diferentes es motivo de alegría. A través de la educación se puede ayudar a los niños a ver el mundo de una forma diferente y a construir ese mundo más justo y en paz que todos deberíamos buscar.
Un abrazo a todos/as.

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