La alegría del Evangelio

Hola a todos/as:
Lo que no se comunica con alegría, no cautiva, no provoca el interés de nadie. En esta semana hemos recibido un nuevo regalo del Papa Francisco, su exhortación "La Alegría del Evangelio", donde dice que quiere indicar caminos para la Iglesia en los próximos años. Puedo decir que me "dedico" a evangelizar y que para mi siempre es un desafío poder hacerlo con alegría, para así poder conseguir aquello que me propongo, que la gente descubra en su vida la presencia de Dios y que con Él puedan vivir con alegría. Es para eso que sigo yendo y viniendo de un lugar para otro, celebrando, ayudando en la formación de la gente, haciéndome presente allí donde soy necesario... 
El domingo fue la fiesta de una comunidad de la ciudad, tuvimos la misa por la mañana y por la tarde la procesión, a la que llegué casi acabando, pues fue a celebrar con una comunidad de la zona rural. La verdad es que eran muchas cosas las que celebrábamos en ese día, pues además de la fiesta era la clausura del Año de la Fe y el día de los laicos, grandes protagonistas de la vida de las comunidades a las que acompaño. Fue un día bonito, expresión de religiosidad popular, que es sin duda un elemento muy importante en la vivencia de la fe en la iglesia brasileña.
Lunes, martes y miércoles tuve reuniones con las comunidades para preparar el mes de diciembre, sobre todo la Novena de Navidad, que son encuentros que se realizan en las familias para prepararse para la Navidad y también para ver cómo será la asamblea parroquial. Pero también fui con la gente de Andaraí a celebrar la última noche de la novena en Itaetê y ayer tuve fiesta de la patrona de una comunidad de la zona rural, que es un campamento de sin tierra, donde una vez más experimenté aquello de que quien menos tiene es quien más da. Llegando a la ciudad participé de la inauguración del salón de una comunidad. Fue un momento emocionante, pues pusieron el nombre de una mujer de la comunidad, que siempre ha dado la vida por las comunidades y que no siempre fue reconocida.
Pero no puedo dejar de contaros que en estos días ha llovido, especialmente desde ayer por la noche hasta hoy. Lo que eso supone para esta gente sólo se entiende estando aquí. La cara se les transforma y la alegría aparece inmediatamente.
Vivamos con alegría, comuniquemos la alegría que viene del Evangelio, disfrutemos de las cosas de cada día y sepamos agradecer por ellas.
Un abrazo.

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