Sólo alegría

Hola a todos/as:
He disfrutado de esta última semana, cargada de cosas bonitas, de situaciones que han alimentado mi fe y mis ganas de continuar caminando, anunciando, llevando la Buena Noticia a la gente. Como os decía la semana pasada, estábamos empezando la asamblea diocesana y puedo decir que viendo por donde queremos caminar el próximo año estoy esperanzado. Las prioridades deben llevarnos a un mayor envolvimiento en la vida social para intentar construir un mundo más justo, a un mejor trabajo en la evangelización de los jóvenes, a incrementar nuestro trabajo misionero, saliendo de las capillas para llegar en las casas, en la vida del día a día de la gente, a continuar profundizando en lo que significa vivir en comunidad, a trabajar la pastoral vocacional, específicamente la vocación sacerdotal dentro de las comunidades, a formar cada día mejor a los ministros de la Palabra, que presiden las celebraciones semanales en las comunidades... Además de eso me pidieron que fuese el director espiritual del Consejo Diocesano de Laicos, que está siendo nuevamente estructurado. Son elementos que siempre fueron importantes para mi y que hacen ver el futuro con esperanza y alegría.
Saliendo de la asamblea fui a celebrar en las comunidades de Pintadas, que desde mayo está sin un padre que acompañe la parroquia permanentemente. La realidad de Pintadas es totalmente diferente de aquí, pues en aquella región la gente es mucho más religiosa, la presencia en las comunidades es mayor, fruto de un trabajo de muchos años. A esto se une la profunda implicación que las comunidades siempre tuvieron en las luchas sociales. De hecho celebré en una comunidad donde las luchas por los derechos de los agricultores pobres unas décadas atrás marcó mucho la vida de la parroquia e hizo posible cambios importantes en la vida del municipio. Para ir para Pintadas ya llevé el coche nuevo, que llegó el sábado y la verdad es que aunque sea igual que el viejo se nota, bueno este tiene aire acondicionado.
A la vuelta, el lunes pasé por Ruy Barbosa para dejar el coche para que lo matriculasen. Después de llegar a Andaraí participé de la reunión de los concejales y de la novena de la comunidad de Nuestra Señora de las Gracias. El martes fui yo quien presidió la novena, era el día de la pastoral familiar, que considero de particular importancia, pues aquí las familias des-estructuradas es una constante y todo lo que hagamos para ayudar a las familias como Iglesia es poco. Ayer fue el día de la conciencia negra, que fue celebrada con gran alegría en la novena. Quien presidió fue un diácono permanente de nuestra diócesis que hizo una celebración que resaltaba todo lo que hace referencia a la cultura negra y a la vida de los negros tantas veces masacrados en este Brasil. Hoy fui a recoger el coche y ahora me voy a celebrar en una comunidad que está aquí cerca de la ciudad.
Continuemos caminando, descubriendo esa alegría que viene de Dios y sepamos comunicarla para los otros. Que el Dios de la esperanza acompañe nuestra vida cada día.
Un abrazo para todos/as.

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