¡Feliz Navidad!
El tiempo pasa y Dios continua encarnándose, compartiendo nuestra vida, la vida del que sufre, del que no cuenta para la sociedad. De hecho Él continua naciendo en una gruta, fuera de la ciudad, en medio de aquellos que tampoco eran acogidos, que tampoco podían entrar en la casa de nadie "de bien". ¿Qué vamos a hacer para que las cosas cambien, cuando vamos a acoger a ese Dios tiene un rostro humano? Depende de mi, de ti, de todos...
Él vino y continua viniendo y lo que importa es eso: ¡FELIZ NAVIDAD!
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