Cerrar heridas

Hola a todos/as:
No es fácil volver a encontrar caminos comunes cuando éstos se separaron por diferentes motivos, independientemente de las razones que hicieron que esto sucediese. Esta es una tarea en la que se debe avanzar con pies de plomo, intentando que las heridas se cierren sin dejar marcas demasiado visibles. Reconozco que, por encima de realizaciones concretas, este es el principal desafío para este año y que poco a poco se va consiguiendo dar pasos, que espero puedan ser consolidados con el paso del tiempo. Todo lo que ayuda en este sentido es motivo de alegría.
La semana que paso cada mes en Piritiba, como ya he señalado otras veces, siempre está con la agenda más apretada: misas en las comunidades, reuniones, gente que viene a hablar..., pero esto da la posibilidad de un conocimiento mutuo que pueda ayudar a realizar un trabajo más fructífero. La gente de esta parte de la diócesis es diferente de la que vive en la región donde hasta ahora había trabajado y en consecuencia la vivencia religiosa también lo es.
Esta semana también fue de aniversario, dieciséis años de ordenación el día 2. En la misa del sábado en Andaraí lo celebramos en comunidad, primero en la misa y después con una pequeña fiesta, lo que es una prueba más de cariño. Al final, el ministerio sacerdotal tiene más sentido por el hecho de poder vivir en comunidad y en ella celebrar la fe y la vida.
Pero en medio de tanta cosa, también encuentro momentos para recargar las pilas. El lunes fui a conocer unas cascadas que están relativamente cerca de aquí, en un lugar de una belleza exuberante, pero poco cuidado, pues estaba lleno de restos de basura de la gente que va y por lo que parece poco explotado turísticamente, lo que posibilitaría el desenvolvimiento de la región. El problema siempre es el mismo, en cuanto la gente dependa más del estado, el control social será mayor por parte de los políticos, casi siempre corruptos.
En fin, puedo decir que delante de esos desafíos, deben encontrarse soluciones, que esperemos sean duraderas, aunque eso lleve más tiempo para encontrarlas.
Un abrazo.
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