Kilómetros que ayudan a crecer

Hola a todos/as:

De nuevo estoy aquí para contar las andanzas de esta última semana, que una vez más estuvo llena de cosas. La verdad es que últimamente es así, pero cada tiempo tiene sus desafíos y en este momento es éste. El fin de semana participé del encuentro regional de las comunidades de base en la diócesis de Juazeiro, a unos 500 kilómetros de aquí. Eramos unos 70 y la verdad es que fue interesante reflexionar juntos sobre los diferentes asuntos que fueron abordados. Al final eso siempre ayuda a tener nuevas visiones y crecer personalmente y ayudar a crecer a las comunidades a las que uno acompaña.

De vuelta celebré en Piritiba el domingo por la noche para el lunes por la mañana ir para Itaetê para participar de una reunión de preparación de la Romería de la Tierra y las Aguas que tendrá lugar el 24 de agosto y en el que debe participar toda la diócesis. De vuelta celebré en dos comunidades. 

El martes tuvimos la reunión del clero en Ruy Barbosa. Estas reuniones son momentos importantes y la libertad que hay para hablar lo que cada uno piensa, independientemente de las diferencias, que mayores o menores siempre hay, es reflejo de que somos conscientes que lo importante es el objetivo común: Evangelizar. Por la noche, tuve reunión con las comunidades de la ciudad, como sucede todos los últimos martes de cada mes, para evaluar como fue el mes y programar lo que se va a hacer en el mes o meses siguientes.

Ayer miércoles, hice eso con las comunidades de la zona rural, con un grupo por la mañana y con otro por la tarde. En la zona rural, además de hacer la programación, estamos haciendo la formación de los ministros de la Palabra, que presiden las celebraciones semanales en las comunidades. Con las comunidades de la ciudad la formación será hoy. Por la noche todavía tuve clase de español.

En fin, todo eso. Creo que es importante formarse para ayudar a que los otros se formen, aunque eso suponga esfuerzos de viajes de un lado para otro. Aquí una de las dificultades son las distancias, pero al mismo tiempo no podemos olvidar que uno tiene que evangelizar dentro de la realidad en la que vive, que nunca es ideal.

Un abrazo a todos/as.

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