No me dejes sin disfrutar del agua
Recorrer los ríos de la Amazonia y
llegar hasta las comunidades más distantes te ayuda a conocer un
poco de como viven los pueblos indígenas, de sus sufrimientos,
preocupaciones, desafíos que deben enfrentar. Ayer concluía en
Marrakech la 7ª Conferencia sobre el Cambio Climático y si existe una
región que puede influir decisivamente en ese cambio es la Amazonia.
Tradicionalmente los pueblos indígenas
supieron establecer una sana relación con la Madre Tierra, siendo
maestros en el cuidado de la casa común. La invasión de la región
por aquellos que quieren enriquecerse rápidamente y sin escrúpulos
ha provocado heridas que en algunos casos han colocado a amplias
zonas de la región al borde de la muerte.
Vivo en una región donde la
preservación de la floresta es casi total, pero los cambios
climáticos vienen marcados por las actitudes que la humanidad, como
un todo, tiene. Es preocupante la descompensación que las lluvias
están sufriendo en la región y no me imagino las consecuencias si
los ríos llegasen a secarse completamente.
Para los indígenas el agua es un
elemento vital, que va mucho más allá de su dimensión física y
que influye en su lado psicológico. Es habitual ver a los indígenas,
sobre todo a los niños, bañándose o yendo de un lado a otro en sus
pequeñas canoas, en un juego que se prolonga por horas y horas, convirtiendo al río en el lugar en que todo gira en torno suyo. A
esto se une que cuando los ríos se secan muchas comunidades se
quedan prácticamente aisladas y cualquier urgencia se convierte en
una situación en la que la propia vida es puesta en peligro.
Descubrir éstas y otras problemáticas
es un desafío y ayudar a que sean descubiertas por los propios
indígenas se convierte en el gran reto a ser enfrentado. Esta
semana, en la visita a las comunidades, he tenido bastantes momentos
para escuchar a la gente. Destaco un encuentro que tuve con un grupo
de unos cincuenta jóvenes y adolescentes de diferentes comunidades
que se habían reunido para participar de un torneo deportivo.
Los profesores me invitaron a hablarse
sobre la realidad de los jóvenes. La mejor forma de orientar es
partir de la realidad de aquellos que son nuestros interlocutores.
Por eso, les pregunté cuáles eran los principales problemas que
ellos creían que deberían ser enfrentados. Ellos respondieron que
el alcoholismo y el suicidio de los jóvenes. La bebida se ha
convertido en un gran problema para las comunidades de la región,
provocando situaciones que marcan negativamente la vida cotidiana.
Peleas, enfrentamientos, suicidio... son algunas de esas
consecuencias. De hecho, el suicido de jóvenes en la región tiene
unos números que superan ampliamente la media nacional.
Que los mismos jóvenes reconozcan y
expresen estos problemas es un primer paso necesario para poder
resolverlos y cambiar situaciones que amenazan una vida en armonía
que está en peligro. Al final, el propósito principal de toda
evangelización es que todos tengan vida y vida en abundancia.
Cada día estoy más convencido de que
Dios se hace más visible en los lugares más apartados, en las
periferias. La generosidad de quienes menos tienen me sorprende a
cada momento. Ver como quien no tiene casi nada comparte eso poco
contigo es un signo claro de que los valores evangélicos están muy
presentes en la vida de los pueblos indígenas. Uno se queda sin
palabras y se siente desafiado a responder con aquello que ellos más
quieren, hacerme presente para acompañarles y compartir con ellos la
Buena Noticia del Reino.
Un abrazo
Comentarios
Publicar un comentario