Buenas noticias

Hola a todos/as:

Después de unos días sin dar noticias os escribo para contaros cosas interesantes. Han sido muchas las novedades en estos días, especialmente este fin de semana.

Como ya he contado otras veces aquí la Navidad es diferente y por eso el adviento se vive más como un tiempo de preparación religiosa que de preparación de comprar cosas para las fiestas. Las comunidades están empezando la Novena de Navidad. Son nueve celebraciones que se realizan cada día en una casa diferente y que quieren preparar a las personas para celebrar la Navidad. Este año el título de la novena es Jesucristo, Luz de la Humanidad. Sin duda necesitamos de esa Luz y al mismo tiempo ser luz de Dios para los otros.

Los últimos días, como ya os decía, han sido tiempo de alegría. En primer lugar por la lluvia abundante, que aquí siempre es esperada como agua de mayo, que se dice en España. El río está a tope (como se puede ver en la foto) y las previsiones es que no se pueda pasar en la balsa en unos días (esta mañana pasé para celebrar la fiesta de Santa Lucia y en dos horas subió por lo menos treinta centímetros).

Además de esto también tenemos savia nueva en la diócesis, pues el sábado fue ordenando sacerdote un seminarista de la diócesis. Fue en su ciudad natal, Teofilándia, de donde diez años atrás yo iba a ser párroco (la vida da muchas vueltas) y además de la alegría por el gran acontecimiento para nuestra diócesis (es el cuarto cura diocesano) también fue momento de encuentro con otros españoles que están por esta tierras (eramos ocho si no he sumado mal), a los que se unió el bueno de Angel Domínguez, con quién aprendí varias y buenas cosas en mis años de seminarista, quien después de cuarenta y dos años en la parroquia de San Diego, ha dejado de ser párroco y no encontró mejor cosa que hacer para quitarse del medio que venirse un mes y medio a Brasil a visitar a su amigo Nicasio y conocer esta realidad eclesial diferente. De hecho comentaba que se había quedado sorprendido con la celebración de la ordenación, tan diferente de las celebraciones españolas. Realmente fue un momento de fiesta para todos.
A esto se une la fiesta de Santa Lucia, que desde el sábado hasta hoy me acompaña. Primero en la parroquia de Macajuba, predicando uno de los días de la trecena, ayer en dos comunidades de Andaraí y hoy en otras dos de Itaetê (a una de ellas me iré al acabar de escribiros). La gente aquí tiene mucha devoción a Santa Lucia. Yo no puedo ser menos, aunque sólo sea por la madre y la sobrina.
Ayer también tuvimos conformaciones en Andaraí. Era un grupo variopinto, de adultos, jóvenes, adolescentes... Lo importante es que buena parte de ellos es gente que está involucrada en la vida de las comunidades y va a continuar ayudando a que éstas, cada día tengan mas vida. Después de la celebración el obispo me confirmó la llegada de un seminarista para vivir y trabajar conmigo en el inicio de este próximo año, lo cual es motivo de alegría para mi. Poder acompañarle en su última etapa de formación y al mismo tiempo recibir una ayuda, que si Dios quiere continuará después de ser ordenado sacerdote a final de 2011. Vamos a ver lo que deparan los acontecimientos.
Un fuerte abrazo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Cuando una lata de mejillones a uno le parece un manjar

Gente que nos hace soñar con un mundo mejor

De la Ceca a la Meca