Y tú, ¿no quieres "ponerte las botas"?

Hola a todos/as:


En este mes misionero uno se pregunta todavía más sobre cómo está realizando su misión. Ayer el profeta Isaías nos decía: "Aquel día, el Señor de los ejércitos preparará para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera; manjares enjundiosos, vinos generosos". ¿Por qué ante esta gran generosidad de parte de Dios muchos no quieren disfrutar de este banquete? Todo depende de la óptica con la que contemplamos las cosas. Gracias a Dios, todavía hay personas que quieren participar de esta fiesta, hasta personas nuevas, que poco a poco empiezan a interesarse por Dios. Al final uno no va a salvar el mundo, pero puede ayudar a personas concretas a encontrarse con ese Dios que nos da la posibilidad de darnos un festín.

Esta última semana hubo varios momentos para intentar hacer realidad este propósito. El martes fue día de formación en uno de los núcleos de comunidades de Andaraí, por la mañana, y por la tarde misa en dos comunidades, la segunda para celebrar la fiesta de San Francisco. Erivaldo celebró la fiesta de una comunidad de Itaetê y después se fue a preparar su ya próxima ordenación sacerdotal con la gente de su parroquia de origen y al mismo tiempo matar un poco de morriña familiar.

El miércoles fue reunión tras reunión. Los otros tres núcleos de Andaraí se reunieron para reflexionar juntos sobre el mes misionero y los temas de la novena misionera que este año, a través de un óptimo material, nos invita a pensar sobre la misión en la ecología. De nuevo retomamos el tema de la cuaresma. Es importante, pues la conciencia ecológica por estas tierras está por los suelos, la gente (sobre todo los que más tienen) no deja de provocar incendios, lavar de todo en los ríos..., en fin, un desastre.

El jueves aproveché para hacer las cuentas de la parroquia de Andaraí y después celebré misa en una comunidad de Itaetê y el viernes las misas fueron también en Itaetê. El sábado fue día de formación bíblica con las comunidades de Itaetê. Hemos estado estudiando durante este año una parte del Antiguo Testamento y la verdad es que vale la pena, desde la simplicidad con la que podemos hacer las cosas con esta gente, ayudarles a entender alguna cosa sobre aquello que es base de la vida del cristiano: la Palabra de Dios. Por la noche misa en la comunidad de los Dolores.

Ayer domingo viajé para Andaraí para poder celebrar tres misas en tres comunidades de la zona rural. Hoy reunión de la coordinación diocesana de pastoral para preparar la asamblea diocesana del próximo mes, evaluar el encuentro de las comunidades del mes pasado (todo mundo está más que satisfecho), la llegada de la cruz de la JMJ a la diócesis y otras cosas.

La misión ni siempre es fácil, pero sin duda vale la pena, estoy convencido. Vamos a apuntarnos a la fiesta. ¿Ya preparaste el traje?

Un abrazo.

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