Sólo trabajando en equipo la misión llega a buen puerto


Hola a todos/as:

Otro mes que se ha esfumado, lo que nos muestra cómo el tiempo pasa tan rápido que se nos escapa de las manos. De nosotros depende valorar cada momento y las diferentes situaciones con que nos vamos encontrando en el día a día, esas pequeñas cosas que cuando descubrimos todo lo que encierran nos llevan a valorar todavía más nuestro cotidiano.

La semana pasada fue de fiesta, Nuestra Señora Auxiliadora, Corpus Christi, demasiadas para mi gusto, pues por diferentes motivos uno va viendo cómo las semanas pasan y los días sin clase se suceden, hasta el punto de que en todo el mes los días en que los alumnos han tenido todas las clases no superan los seis o siete. El director del colegio intenta convencernos de que otras actividades también son educativas, cosa difícil de aceptar en vista de los resultados de un sistema educativo claramente fallido y con métodos impropios del siglo XXI. Lo peor de todo es que denunciar este tipo de situaciones te lleva a enfrentarte con quienes a lo largo de los años metieron en la cabeza de diferentes generaciones que quien está arriba, en este caso los profesores, ordena, y quien está abajo obedece sin rechistar, aunque no esté de acuerdo. Acabo de enterarme que el colegio va a estar otras dos semanas sin clase y parece que nadie va a hacer nada… Esta vex dicen que es formación para profesores. Me pregunto cuándo van a ser formados los alumnos, porque ser indígena no quiere decir que no tenga derecho a una educación de calidad donde los derechos sean respetados.

Visité dos comunidades, una aquí próxima, donde era la fiesta de Nuestra Señora Auxiliadora, y otra distante, a casi cinco horas de viaje, donde llegamos después de superar varias cascadas. La visita a esta comunidad me llevaba a reflexionar sobre la importancia de trabajar en equipo si queremos que la misión pueda dar frutos. Cuando llegar a los lugares es difícil uno percibe que todo mundo es importante y que si las cosas llegan a buen puerto es porque ha habido mucha gente que lo ha hecho posible. Quien conduce la lancha, aquel que ayuda a cargarla para superar las cascadas, quien traduce para la lengua indígena lo que quienes no la hablamos estamos queriendo comunicar…

Hoy por la mañana celebré la boda de dos parejas en una comunidad. La simplicidad con la que todo se realizó me lleva a pensar en cómo nos complicamos la vida y cómo las cosas pueden ser hechas con más simplicidad. No podemos olvidarnos de lo que es importante y lo que nunca puede faltar.

Al fin y al cabo la misión es de la Iglesia y a partir de ella son asumidos los diferentes trabajos. Valorar lo que cada uno hace nos lleva a no sentirnos más importantes que los otros y descubrir que, como dice una canción que cantamos aquí en Brasil, juntos somos más.

Un abrazo

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