Sacramentos que son auténticas expresiones de Vida

Hola a todos/as:

Esta semana han sido días de fiesta, de celebración por diferentes motivos, fiestas en dos comunidades, celebración de la conclusión de curso de otro grupo... pero si algo destaco son las bodas y bautizos en una comunidad hupda, una de las más pobres de la parroquia en todos los sentidos, de gente a los que muchos no “ven” cuando se cruzan con ellos.

Unos catequistas de Parí Cachoeira les habían preparado durante más de un año, siempre con dificultades, pero sin dejar de continuar dando pequeños pasos, que finalmente se concretaron en esta celebración. Por encima de todo, destaco el hecho de que ellos se sintieron valorados, todavía más por el hecho de que fue un buen grupo de gente para participar con ellos de este momento.

Los sacramentos deben mostrar la presencia de Dios entre nosotros, no pueden reducirse a meros ritos en los que nos quedamos al margen de aquello que está siendo celebrado, encorsetados en una serie de normas que acaban reduciendo el momento a la dimensión meramente cultual, dejando de lado el necesario sentido de transcendencia, de Vida, de presencia divina.

Esos momentos, entre esas personas, son los que dan sentido a una misión que siempre debe priorizar a los últimos, pero que muchas veces se contenta con llegar a los más próximos del centro, sea éste físico, cultural o social. La vida de los que nunca contaron encierra mucha Vida, muchas miradas, muchas preguntas y la misión nos invita a sumergirnos en esas realidades vitales y poder iluminarlas desde ese Dios que quiere hacerse presente entre ellos.

En el contacto con la gente uno va descubriendo luces y sombras, situaciones diferentes que nos ayudan a reflexionar y a encontrar caminos para que el futuro pueda ser diferente. En una sociedad tan desigual, tan clasista, esquema que también se repite entre los diferentes pueblos y etnias indígenas, ayudar a entender que el Evangelio nos hace hermanos y, por lo tanto, iguales creo que es uno de los grandes o el principal desafío a ser enfrentado. Que todos podamos mirarnos a los ojos sin que nadie tenga que bajar la cabeza es la utopía a ser realizada. Sólo será posible si todos nos implicamos.


Un abrazo

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