Tiempo de Conversión

Hemos empezado la Cuaresma y una vez más somos llamados convertirnos y dejar atrás tanto lastre que nos impide avanzar. La verdadera conversión es la interior, en tanto que muchas veces nos quedamos en las practicas externas que no sabemos ni entender ni llevar a nuestra vida interior y que no nos mueven a cambiar realmente. Es curioso pero muchas veces pensamos que son los otros los que tienen que cambiar o pedirnos perdón. Nosotros somos los buenos, los que hemos sido ofendidos... en fin, somos humanos.

Como mandan los cánones hoy he celebrado dos misas, una en la zona rural y otra en la ciudad, en Itaetê. Estuvimos comentando la necesidad de convertirnos y entre las cosas que dije fue que tenemos que convertirnos en nuestra forma de ser Iglesia. Aquí los sacerdotes siempre hemos sido escasos y el papel de los laicos siempre ha sido destacado e intensificado por mi parte y por parte de aquellos que me precedieron. Esto viene a cuento porque en la misa de la ciudad, al haber bastante gente pedí a una de las animadoras que impusiese conmigo la ceniza... Mucha gente se cambió de fila y se puso en la del cura, ante lo cual me faltó tiempo para reflexionar en voz alta sobre la necesidad que tenemos de convertirnos también en esto.

Junto con la Cuaresma en Brasil se celebra la "Campanha da Fraternidade". Cada año la Iglesia nos invita a reflexionar sobre un tema. Este año la campaña es ecuménica, participan otras cinco iglesias cristianas (Iglesia Episcopal Anglicana de Brasil, Iglesia Evangélica de Confesión Luterana en Brasil, Iglesia Siria Ortodoxa de Antioquía e Iglesia Presbteriana Unida) y el tema como podéis ver en el cartel es Economía y Vida y el lema "No podéis servir a Dios y al Dinero". El cartel nos ilustra muy bien la adoración que mucha gente tiene por el dinero. Sabemos que es difícil, aunque no imposible, vivir sin dinero, pero debemos aprender la importancia que tiene.

La campaña quiere promover una economía al servicio de la vida, sin exclusiones, creando una cultura de solidaridad que traiga la paz. No podemos olvidar que en la Biblia, los pobres y todos los necesitados están en el centro de la justicia que Dios exige en las relaciones humanas y económicas. Hoy, en cuanto unos pocos nadan en la abundancia, una gran mayoría muere de hambre, por falta de cuidados médicos básicos...

En este tiempo de crisis económica pensar un poco en estas cosas, independientemente de nuestra fe, nos puede ayudar a dar valor a lo que realmente lo tiene y a colocar en segundo plano lo que siendo necesario no es imprescindible ni mucho menos.


Buena cuaresma.

Comentarios

  1. " No podemos olvidar que en la Biblia, los pobres y todos los necesitados están en el centro de la justicia que Dios exige en las relaciones humanas y económicas."
    Tan claro y fácil de entender pero tan poco usual aplicado en esta época.

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