Haciendo balance de este tiempo de fiesta

Hola a todos/as:
Ayer encerramos los festejos de Nuestra Señora de la Gloria, patrona de nuestra parroquia de Andaraí. Durante diez días celebramos juntos aquello que forma parte de nuestra vida del día a día. El punto central de reflexión fue el tema de la Semana Nacional de la Familia. La novena aquí es diferente, una expresión más de ese tipo de ser Iglesia que queremos construir. Cuatro días celebramos misa y el resto celebración de la palabra, presidida por laicos y laicas que ya hacen eso cada día en sus comunidades. Yo participé en dos de esas celebraciones y puedo decir que eso ayuda a descubrir que nadie es imprescindible para que Dios se haga presente entre nosotros. Creo que eso es importante y que el camino es ese.
Pero eso no impide que los trabajos del día a día continúen. Al final, uno no vive sólo de fiestas, aunque esta semana fueran más que en otras, pues también tuvimos fiesta en una comunidad de la zona rural, Santa Clara, y el día de los padres, que aquí es el segundo domingo de agosto. Además de eso fui a celebrar uno de los días de la novena de otra parroquia, Canarana, que es de la diócesis vecina.
Con el paso del tiempo uno va aprendiendo a convivir con situaciones diferentes a aquellas que uno conocía y descubriendo que en ellas también hay cosas interesantes y que nos ayudan a crecer. La forma de vivir de las personas en cada lugar, también en el plano espiritual, es diferente y pensar que nosotros sabemos más o hacemos las cosas mejor, no es una buena actitud. Al final, somos hijos de una cultura, de un ambiente social, donde hay situaciones y personas mejores y peores. El gran desafío es aprender a estar de ojos y oídos atentos para descubrir lo que existe en torno de nosotros y asumir lo que nos ayuda a ser cada día mejores.
Un abrazo a todos/as.

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