Un nuevo inquilino


Hola de nuevo:

La semana pasada comenzó camino de Baixa Grande (250 km, así son las distancias en nuestra diócesis) para participar de la reunión del equipo de formación del seminario. La preocupación por las vocaciones y el cuidado de los seminaristas es una preocupación, pues eso posibilitará la continuación del trabajo cuando escaseen los misionérios de fuera. Poco a poco este trabajo va dando sus frutos, gracias a Dios.

El martes fue dia de reuniones en los núcleos de Andaraí por la mañana y por la noche, con misa por la tarde, en cuanto Erivaldo, que había ido conmigo el día anterior para preparar con el equipo de la Pastoral Vocacional un triduo para que las comunidades rezen en la época de su ordenación presbiteral, fue a buscar el coche nuevo al concesionario para dejarlo en Ruy Barbosa para que pueda ser matriculado (todavía no está, aquí las cosas van lentas).

Estamos en el mes de la Biblia y durante este mes en las comunidades tendrán lugar los encuentros para estudiar el libro del Éxodo del capítulo 15 al 18. El tema es "La Travesia: paso a paso se hace el camino" y el lema "Aproximaros de la Presencia del Señor". Son cinco encuentros para reflexionar sobre cosas que forman parte de la vida de la gente como la falta de agua, la familia, la necesidad de dividir lo que tenemos, de sentir la compañía de Dios en los momentos de dificultad, de participar de la vida pública... Ya son 40 años en los que en Brasil se celebra el mes de la Biblia.

El miércoles fue tranquilo, pues era el día de la independencia y sólo tuve una misa por la tarde. Por la mañana aproveché para hacer las cuentas de la parroquia de Andaraí. El jueves y viernes las misas fueron en Itaetê y a decir verdad no hubo nada especialmente reseñable.

El sábado tuvimos encuentro de animadores por la mañana. Siempre digo que las comunidades caminan en gran parte por ellos. La gran mayoría de las comunidades participaron y poco a poco vamos consiguiendo que la gente descubra que es importante esa forma de hacer las cosas. Al respecto, sucedió una cosa la semana pasada que me alegró. Está siendo el setenario de la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores en la comunidad que está al lado de nuestra casa. Uno de los días apareció el diácono cuando la celebración iba a comenzar y vinieron algunos a decirle que celebrase él. Otra persona había preparado la celebración. Él dijo que esa persona ya lo había preparado y que sería ella la que celebraría, lo cual me alegró profundamente. Cualquiera puede ayudarnos a encontrarnos con Dios, que es el objetivo de la celebración, y cualquiera puede preparar una buena celebración que ayude a eso, independientemente del ministerio que tenga en la comunidad. Por la tarde tuve misa en la zona rural y por la noche celebré la misa en la comunidad de los Dolores (había sido marcada previamente, que os veo venir). Después tuvimos un bingo para poder pagar los bancos de la capilla y gané el nuevo inquilino que aparece en la foto. Verónica, la hija de la secretaria que lo está sujetando dice que si matamos el cabrito no nos vuelve a hablar. Tenemos un problema.

Ayer domingo celebré en las comunidades de Andaraí, Igatú, Mocambo y Nuestra Señora del Rosario y hoy ha sido día de descanso (es necesario, como alguien escribia en un comentario y estoy plenamente de acuerdo). Aprovechamos para hacer una barbacoa y celebrar los 30 de la secretaria Mariene y a las seis fui a cumplir con mis obligaciones ciudadanas y participar de la reunión de los concejales. Hoy hasta dijeron cosas con sentido.

Un abrazo.

Comentarios

  1. http://youtu.be/avJmO0aNi3I
    P.Miguel sus escritos me contagian su buena energía para bien obrar. Gracias.

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